El Proyecto

El acrónimo ALGARIKON es la mezcla de “alga« y “agarikon«. Esta última palabra proviene del griego y parece que se originó de una tribu escita, llamada agari, que estaba bien versada en el uso de plantas medicinales y con frecuencia, incluía en sus remedios un hongo llamado “agaricum» del que probablemente deriva el nombre científico del champiñón común, Agaricus bisporus.

El prefijo “alga» se refiere a las algas invasoras del Mar Menor. Este proyecto de investigación se llama “Algarikon», porque su objetivo es utilizar los hongos comestibles como “remedio» para reducir el impacto negativo para el medio ambiente que tienen las algas del Mar Menor que se acumulan en su orilla como resultado de su eutrofización.

Algarikon está financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación y por la Unión Europea como parte del Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia. Está dividido en tres subproyectos con referencias: TED2021-129591B-C31, TED2021-129591A-C32, TED2021-129591B-C33.

Este proyecto está siendo dirigido desde la Universidad Autónoma de Madrid con tres grupos participantes. Uno, perteneciente a la Sección Departamental de Ciencias de la Alimentación; otro, al Departamento de Geología y Geoquímica y, otro, al Departamento de Química Agrícola y Bromatología. Además, también participan otros centros de investigación como el Centro Tecnológico de Investigación del champiñón (CTICH) de La Rioja; el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) de Madrid y el Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (IMIDA) de Murcia y varias empresas murcianas.

Esquema del proceso que se pretende llevar a cabo con el desarrollo del Proyecto Algarikon.  Un método secuencial cuya finalidad es obtener productos útiles hasta su completa utilización.

Las algas acumuladas en las orillas  del Mar Menor,  se van a probar como sustrato para cultivar setas comestibles (1). Los residuos de algas, antes y después del crecimiento de los hongos, se van a someter a extracciones para obtener compuestos con aplicaciones alimentarias (aditivos, suplementos, saborizantes etc.), utilizando tecnologías respetuosas con el medio ambiente (2). Los extractos obtenidos de los residuos derivados de las algas y, tras el cultivo de las setas, se probarán como bioestimuladores y biofertilizantes de plantas y enmiendas orgánicas para suelos contaminados (3). También se investigará el potencial del residuo como sustrato de plantas en invernaderos, usando lechugas como modelo (4). Finalmente, se realizarán pruebas para conseguir su transformación en metano, mediante digestión anaeróbica y calcular su eficiencia energética (5).

Sin embargo, el orden de los 5 procesos podría verse alterado dependiendo de los resultados, por eso se probaran otras secuencias (—-) alternativas e incluso procesos independientes.

Algarikon-zero

Gracias al premio ¨Mares circulares¨ concedido a la Start-up, el proceso de valorización de Algarikon se ampliará hasta alcanzar una economía casi circular añadiendo 2 nuevos pasos: reintroducir el digestato tras el proceso de metanización como complemento para el cultivo de setas comestibles (6) y como biofertilizante para la producción de lechuga (7).

Esta nueva ampliación se llamará Algarikon-zero y tendrá de duración un año extra.